lunes, 19 de agosto de 2019

valores universales y la glesia




Hablar de valores Universales, en nuestros tiempos y tomando como referencia nuestro contexto actual,  se vuelve tedioso y casi imposible, diversas teorías hasta el momento, no se han podido poner de acuerdo acerca del problema axiológico que representa y mucho menos del impacto ecosocial al que nos referimos y al cual nos enfrentamos.
 Aunado al mecanismo ideológico de un sistema que nos induce en una maraña de mercado, patrocinado por la competencia y el consumismo; pero que sin embargo con todo  este tejido ensombrecido por  el Espíritu del capitalismo y toda su falacia hegemónica. Ahora bien, esto, podría discernirse desde las diferentes disciplinas establecidas para ellos, sin embargo, el fenómeno adquiere mayor relevancia, cuando están de por medio la dignidad de los seres humanos, el derecho a vida digna y el sometimiento a la demagogia despótica del lucro y de la destrucción---demagogia despótica,  porque es un discurso utópico, cargado de retórica y de espíritu lucrativa; y destructiva, porque con estas acciones, el ser humano no solo se destruye solo, sino que, destruye su entorno y su universo; y que paradójicamente es de manera racional---Donde cada día más el consumismo y la estructura de sistema capitalista nos absorbe, a un exagerado fenómeno de competencia en todos los sentidos,
“Tal vez como nunca antes, el tema de los valores cobra hoy una importancia capital para los destinos del género humano. Se trata de una relevancia no sólo teórica, Sino, sobre todo, práctica. Vivimos la paradójica situación de un mundo que dispone de altísimos niveles de desarrollo económico   y tecnológico y sobre el cual se ciñen, sin embargo, los más amenazantes peligros que haya tenido que enfrentar la humanidad en toda su historia. Peligros que provienen no de fuentes puramente naturales, no de imaginarios ataques extraterrestres, sino –he ahí la paradoja– del propio accionar humano. Las catástrofes “naturales” son cada vez menos naturales y el reiterado anuncio hollywoodense de una guerra intergaláctica ha encontrado su correlato real en conflictos cada vez más terrenales. Mientras tanto, una masa creciente de mujeres y hombres, de niños y ancianos –muchas veces olvidados, lamentablemente, por ecologistas y por Hollywood– carecen de las condiciones más elementales para una vida que dignifique el calificativo de “humana”, en circunstancias –y he ahí de nuevo la paradoja– en que los niveles productivos y tecnológicos alcanzados son más que suficientes para otorgarle una vida digna a cada ser humano”.[1]
Así comienza su libro José Ramón Favelo[2] “Los Valores Universales y sus Desafíos Actuales” (2004). Obra magna que le ha validos múltiples premios, tanto en su país de Cuba como en otros países  ---más de 50 para ser exactos--- donde expone de manera contundente o al menos  desde otra perspectiva,  el problema axiológico de los valores, comenzando con la semántica de estas Virtudes, y terminando con los desafíos a los que se encuentra hoy día dichos preceptos. Muchas de las cuestiones y fenómenos sociales y naturales en su mayoría, son producto del accionar del hombre y que por supuesto tienen injerencia con los valores, con la moral y la ética.
Son por la ausencia de estos, que el ser humano se vuelve depredador y que conscientemente, destruye todo en cuanto está a su paso, procurando adaptar su entorno a sus necesidades, no importándole en lo más mínimo el cuidado del ecosistema.
Los valores Universales, son importantes dentro del ámbito de la Moral y la Ética, son elementos que influyen profundamente en nuestro comportamiento, y sobre los cuales la filosofía y las diferentes ciencias que analizan el comportamiento humano han intentado reflexionar e investigar. Limitamos nuestra conducta en pos de la posibilidad de poder convivir con otros.
Son múltiples las líneas de pensamiento filosóficas que se han planteado interrogantes al respecto de estos temas y que han explorado los conceptos elaborados por tal de darles una explicación.
La sociedad, actualmente, vive o está sumergida más bien en una creciente---y cada día más---crisis de valores. No es posible, ni con tantos, teorías, ni ciencia, ni tecnología, mucho menos con tanto avance en el arte o en el conocimiento hasta nuestros días, establecer que es lo bueno y que es lo malo, ni siquiera hemos podido acercarnos a la más ínfima realidad a este complejo sistema de virtudes,  los cuales por una razón u otra, despliega parámetros de conductas o normas y reglas de la misma.
Hoy día el dinamismo social, recapitula un creciente retroceso, hacia el sistema conductual de las personas. Se ha perdido, la preocupación por la alteridad, por el otro, por los que cohabitan con nosotros en el universo, por la ecología, por el cuidado de los otros  seres vivos que vivimos el planeta tierra;  tanto  plantas como animales y a esto se le llama ecología.
El hombre no solo ha sido depredador de su misma espacie[3] sino que ha sido el mayor y máximo depredador de todas las especies que lo rodean.
Ya los principios y virtudes que permean la Justicia y el derecho, se han perdido u olvidado, las relaciones sociales se han volcados tensas en la mayoría de los casos; nuestras relaciones sociales, son marcadas por un fenómeno hegemonía llamado mercado, por la competencia dejando de lado el sentido de armonía, de cooperación de solidarizar, de comunicación y de inclusión, hoy hablamos de competencias de individualismo, de oposición, de rivalidades, de dominación, la lógica de superioridad de enseñanza ha traspasado sus fronteras físicas y materiales, nos hemos constituidos en un animal que razona para mal, para hegemonizar, para destruir, para representar superioridad, somos seres destructores y devastadores, sin principios, ni virtudes, ni valores, sin ética y moral.
Hemos cambiado nuestro contexto, nuestro mundo, nuestro entorno, y, hemos además, adaptado a la naturaleza a nuestra forma de vivir, estamos transformándola, a nuestra practicidad, a nuestra creencia, a nuestros intereses, a nuestra forma de vida, aunque con ello, se rompa los parámetros de las leyes naturales o peor aún que los imperativos categóricos universales de la naturaleza, queden lacerado, maltratados y descompuestos, olvidados que por ende, la misma naturaleza, tarde que temprano, nos tenga que cobrar la factura y que en mucha de las cosas, con creces difíciles de pagar, entramos en una especie de “Karma Social”.
Por ende, se descomponen las formas de estructuras entre las comunidades, entre las organizaciones, entre los grupos en general, entre los seres humanos. En este  mismo sentido, el   hablar de ética o de moral,  se provee casi imposible en nuestra época. La conducta humana se ha pervertido mucho más, en los últimos 50 años, que desde la época de las cavernas.
No podemos avanzar en este tipo de temas, mientras el ser humano no tenga claro y entendido de manera casi imperativa (imperativo categórico Kantiano)[4] el sentido de comunidad.  Esta sociedad actual, ha perdido este sistema deontológico de principios y se ha convertido en un robots, deficiente, reproductor y consumista, enajenado por  la mercadotecnia, y dependiente de manera total al consumismo. Provocando con esto: la autodestrucción de la humanidad, calentamiento global, ecocidios, incendios masivos de bosques, contaminación de ríos, de mares, lagunas y mantos acuíferos. Paradójicamente  Favelo, menciona en esta misma obra ---citada arriba--- que: aunque tenemos altos niveles de desarrollo, tanto económico como tecnológico, y, sobre el cual se ciñe sin embargo los más amenazantes peligros que haya enfrentado la humanidad en toda su historia. Peligros que sin embargo, no provienen  precisamente  de fuentes naturales, ni de ataques extraterrestres, sino que he ahí la paradoja. Estos fenómenos y problemas los ha ocasionado el accionar del hombre. Y que, los avances tecnológicos, y los sofisticados sistemas de desarrollo, no han sido necesarios ni han tenido la suficiente eficacia, para otorgarle una vida digna, no solo al ser humano, sino al planeta mismo. Hoy día Pues,  son más las catástrofes  y cada vez son menos naturales;  nos hemos olvidado, estando afanosamente en cubrir nuestras necesidades, que, existen otros seres a nuestro alrededor.
Los valores suplen, en la sociedad, la función que en otras especies desempeñan los instintos biológicos, sobre todo, el del auto conservación. El hecho de que el género humano haya puesto en peligro su propia supervivencia es el más claro indicador de la aguda crisis de valores que la humanidad está enfrentando actualmente. La comprensión de esta crisis, en sus sentidos más profundos es un requisito imprescindible para su superación, y ello presupone indagar en el complejo mundo de los valores humanos.
Urge tomar las riendas, ya enserio de nuestras vidas, necesitamos de manera prioritaria voltear al lamento de la tierra.  Los quejidos y llantos de nuestro planeta se escucha por doquier sin que el hombre haga nada por callarlos, o al menos se ponga manos a la obra para una medida a tal dolor, ensordecemos nuestros oídos y cegamos nuestros ojos, y un sistema ideológico, filosófico y bien estructurado, nos empuja cada vez más a las garras de la desobediencia al clamor natural.

La entrega de un ser---Jesus---se ha politizado, se ha economizado, pero no se ha socializado, no se ha entendido. El hombre ha vuelto su afán en un interés económico, a tal grado que su único objetivo es capitalizar de manera sustantiva, su tiempo, su espacio, y en su entorno. Pareciera que cobra vida el espíritu capitalismo sobre el sentido humano, sobre el sentido armónico, y sobre los principios, normas y leyes naturales que rigen a la sociedad.

Hay una pugna social de aculturación[5], valiéndose de aparatos ideológicos en la cual según Althusser[6] : Se pone de manifiesto entre otros la reproducción de los medios de producción y la forma como estos “unen” aparentemente a los obreros en la producción de un determinado producto. Consecuencia directa de esta normalización según Althusser aparece la división del trabajo y la entonces normalidad que este tiene en la vida del obrero, para quien “no hay más vida que la que el mismo funcionamiento de la máquina le dé”. En este mismo capítulo pone de manifiesto los conceptos de infraestructura y superestructura. La primera hace énfasis en la calidad de los trabajadores que ejercen su labor desde una perspectiva de utilidad mas no de reproducción, y la segunda es la que determina las condiciones en las que se deben dar estas reproducciones, y aquello que está permitido en ser reproducido por ellos.
El estado, Según Althusser (y aquí acude a la teoría marxista del Estado) al ser el Estado un agente represor, que tiene en su poder el monopolio legítimo de la fuerza y que a su vez lo hace legítimo, se describe a sí mismo como eterno y lo reproduce en la infraestructura, que a su vez le dará el poder legítimo que tiene. Sin embargo, esta reproducción no la puede hacer una sola persona, ya que se acude a varios instrumentos como lo son:
ü  Lo religioso (el sistema de las distintas iglesias)
ü  La escuela (el sistema de las distintas “Escuelas”, públicas y privadas)
ü  La familia (la familia cumple, evidentemente, otras funciones que la de un AIE. Interviene en la reproducción de la fuerza de trabajo. Es, según los modos de producción, unidad de producción y(o) unidad de consumo)
ü  Lo jurídico (“Derecho” pertenece a la vez al aparato (represivo) del Estado y al sistema de los AIE)
ü  Lo político (el sistema político del cual forman parte los distintos partidos)
ü  Lo sindical
ü  Los medios de comunicación informativos (prensa, radio, T.V., etc.)
ü  La cultura (letras, bellas artes, deportes)
A estos términos Althusser los denomina AIE (Aparatos Ideológicos del Estado), como tales estos instrumentos siguen una línea en la cual representan al Estado sin darse cuenta, incluso en una parte crítica como la escuela que supone más debate, Althusser cuestiona el papel del maestro que se esfuerza por generar elementos discursivos diferentes, pero que finalmente no sirven de mucho, ya que la reproducción viene desde su discurso. Mas estos discursos que ponen en práctica el lugar que ocupa cada uno en la sociedad, según Althusser se ven reflejados en la vida práctica. Además en filósofo explica que hablando precisamente de la ideología, al ser puesta en duda  y, sobre todo, al decirse de ella que es una falsa conciencia creada, Althusser señala que la ideología divide entre individuo y sujeto. El sujeto es partícipe y actúa en algún punto de militancia en una ideología, luego el sujeto vive en sociedad; en cambio, el individuo se pierde inmediatamente cuando nace, ya que al momento de ponerle un nombre se pierde lo individual y se ve atado tanto a la familia como a la escuela o al Estado. La ideología representa así una relación imaginaria entre individuos con sus condiciones reales de existencia, que, en última instancia, son las relaciones de producción a las que está sujeto.

De esta manera, siguiendo al filósofo francés,  un sistema hegemoniza su filosofía para someter a los más débiles. La solidaridad, la armonía, la paz interna y la integridad del ser humano son historia. Adoptamos una practicidad y la conducimos a un liberalismo total. El ser humano, hoy día, la capacidad de argumentar tales defectos.

Los seres humanos, nos hemos vuelto tan egoístas, que nos hemos olvidado de nuestro entorno, de los otros y de nuestro planeta,  del oikos.

Oikos, en griego antiguo se escribe οἶκος (oíkos), significa ‘casa’. En la Antigua Grecia, la casa comprendía no solo el conjunto de bienes, sino también de personas que constituían la unidad básica de la sociedad en la mayoría de las ciudades-Estado.

Los oikos llegaban a funcionar como una unidad económica y social, en la cual se desarrollaban actividades agrícolas y pecuarias. En este sentido, el oikos era la base de la sociedad griega antigua.

Como tal, el oikos se constituía por una cabeza de familia o telestai, que era el hombre de más edad, y su familia extensiva, es decir, que no solo incluía a su familia nuclear, formada por su esposa e hijos, sino también a varias generaciones de descendientes, y, finalmente, los esclavos. La vida, en este sentido, estaba organizada en torno al funcionamiento del oikos, pues a partir de este se satisfacían las necesidades básicas a nivel material, ético y espiritual de las personas, es decir, aquellas que estaban asociadas a la vida cotidiana de la gente de la Grecia Antigua.
De allí que de la palabra oikos, en conjunto con nomos, que en griego significa ‘patrimonio’, se haya derivado una palabra que designa un concepto fundamental en las relaciones humanas: la economía.
De la misma manera, podemos entender la  esencia de Jesucristo como lo establece la biblia en uno de sus pericopa a saber:
La biblia dice en el libro de Mateo, en su capítulo  6  versículo 11  lo siguiente:
            “Danos hoy el pan nuestro de cada día”[7]
Jesús nos enseña a orar a Dios que nos dé el pan de cada día (Mateo 6:11). Obviamente, Jesús no les estaba diciendo a sus discípulos que solo oraran por pan. Pero el pan era un alimento básico en la dieta de los judíos y lo había sido durante muchos años. Por otra parte, el pan era un símbolo poderoso en el Antiguo Testamento de la provisión de Dios con su pueblo.
Recordamos cómo Dios cuidó de los Israelitas cuando estaban en el desierto después de su salida de Egipto. La vida en el desierto era difícil, y pronto la gente comenzó a quejarse de que sería mejor volver a estar en Egipto, donde tuvieron comida excelente para comer. En respuesta a estas quejas, Dios les prometió hacer “llover pan del cielo” (Éxodo 16:4). A la mañana siguiente, cuando la capa de rocío se evaporó, había sobre la superficie “una cosa delgada, como copos, menuda, como la escarcha sobre la tierra… Era como la semilla del cilantro, blanco, y su sabor era como de hojuelas con miel” (vv. 14, 31). Cuando Dios alimentó milagrosamente desde el cielo a su pueblo, lo hizo dándoles pan.
Es interesante que en el lenguaje de la cultura occidental, a veces nos referimos a una de las personas en el matrimonio (lo que solía ser casi exclusivamente del marido, pero no tanto en estos días) como el asalariado del hogar. Sin embargo, más coloquialmente, llamamos a esa persona el “que trae el pan a la casa”. Incluso en nuestra jerga, usamos la palabra pan como sinónimo de “dinero”. El pan sigue siendo, al menos en nuestro idioma, un símbolo poderoso de la base rudimentaria de provisión para nuestras necesidades. En tiempos antiguos por ejemplo el pan se convertía en algo simbólico, pero también algo muy necesario. Oseas es un claro ejemplo de esta referencia, veamos algo acerca de este libro en sintonía con la importancia del pan.

“El pan era un artículo de consumo de mayor importancia en el antiguo cercano Oriente, y el precio  de los cereales es un índice infalible de  las condiciones económicas en cualquier periodo dado. En la primitiva Babilonia el grano de trigo constituía la unidad básica para el sistema de pesas, y los cereales remplazaban el dinero en el comercio. Oseas pago en grano parte del precio de su esposa[8].
Si bien contamos con mucha información en  referencia a  los cereales, son muy escasas lo referente al precio del pan, porque generalmente lo hacía cada ama de casa…..Probablemente el pan que se consumía mayormente era el de cebada y el hecho de alimentar a los caballos con esta misma, no significaba que se le diera menor importancia….no es de extrañarse que un artículo de vital importancia haya dejado, no solamente marca en la cultura sino también en el lenguaje, de igual manera en simbolismos. La palabra pan, se refería también a la comida en general; también el pan se utilizó para comidas sagradas”[9]
Veamos ahora un ejemplo de la incertidumbre de no tener este artículo básico:
              “Después de que termino la Guerra de Corea, Corea del Sur se quedó con un gran número de niños huérfanos. Hemos visto lo mismo en el conflicto de Vietnam, en Bosnia, y en otros lugares. En el caso de Corea, muchas agencias de ayuda llegaron para hacer frente a todos los problemas que surgieron por consecuencia de tener tantos niños huérfanos. Una de las personas que fue parte de este esfuerzo de ayuda me comentó de un problema que había encontrado con los niños que estaban en los orfanatos: A pesar de que a los niños se les proveía tres comidas al día, llegando la noche se ponían inquietos y tenía dificultad para dormir. Hablando más con ellos, se dieron cuenta de que la ansiedad se debía a la incertidumbre de si tendrían comida para el día siguiente”.
Para ayudar a resolver este problema, los trabajadores de ayuda de un orfanato en particular decidieron que cada noche cuando los niños se fueran a la cama, las enfermeras les pondrían un pedazo de pan en cada una de sus manos. El pan no era para que se lo comieran sino para que lo pudieran sostener en sus manitas mientras se quedaban dormidos. Era como una “manta de seguridad” para ellos, recordándoles que habría provisión para sus necesidades diarias. Efectivamente, el pan les calmó la ansiedad y los ayudó a dormir. Del mismo modo, a nosotros nos consuela saber que no nos faltara comida, o “pan” para suplir nuestras necesidades físicas.
Tenemos entonces que, la petición que se encuentra en el Padre Nuestro,  nos enseña a venir al Señor con un espíritu humillado dependiente de Él, pidiéndole que supla nuestras necesidades y que nos sostenga diariamente. No se nos da licencia para pedir grandes riquezas, pero se nos anima a hacer conocer nuestras necesidades a Él, confiando en que Él proveerá.
Pareciera como si la mano de Dios nos es invisible y que no podemos discernir su misericordia providencial en nuestras vidas, puede ser por la manera en la que oramos. Tenemos una tendencia a orar en general. Cuando oramos en general, solo vemos la mano de la providencia de Dios en lo general. Al entrar en la oración, por medio de la conversación y comunión con Dios, hay que poner nuestras peticiones delante de Él. Al derramar nuestras almas y nuestras necesidades en específico veremos respuestas específicas a nuestras oraciones. Nuestro Padre nos ha invitado a ir a Él y pedirle nuestro pan de cada día. Él no fallará en proveerlo.
Ahora bien el mismo texto, tomado del lenguaje original griego se traduce de la siguiente manera:
“El pan de nosotros, el de cada día da a nosotros”[10]. 
Como podemos apreciar, en el lenguaje original griego, se repite la palabra “nosotros” dos veces,  a diferencia de la traducción Reina Valera; así mismo, hay una petición de continuidad y progresión, que puede traducirse como una súplica constante y un ruego de manera cotidiana y de rutina. Podemos entender entonces, que, el ser humano debe asimilar que la bendición y las cosas que posee, en primera instancia es provista por Dios;  pero que, a la vez, es preocupación de todos, es ruego de comunidad, de grupo y no de uno solo y que es para compartir, en unidad y de armonía. Y que además la palabra “da”,  es relativo al verbo en infinitivo dar; y que nos da a entender que, el único proveedor,  es,  ese ente divino llamado Dios.
El cuestionamiento que nos surge ahora, es como poder reconciliar a la necesidad de esta sociedad en un sistema hegemónico y consumista, como sanear esas necesidades desde las diferentes disciplinas. Su propuestas alternativas---porqué algo debe hacerse y de manera inmediata---que opciones tienen ahora, no solo los necesitados, sino la sociedad en su conjunto, tengo la idea firmemente que la sociedad en general, es más el planeta mismo gime por que se le atienda, las relaciones sociales están decayendo, no hay virtudes, valores ni mucho menos ética y moral, no se encuentra un equilibrio en el existir del ser humano. No hay planteamiento nuevos y frescos que ofrezcan nuevas opciones de cambios, seguimos por la misma línea trazadas desde hace muchísimo tiempo y esto nos está llevando a la aniquilación total. Como poder entonces llevar ese alimento, ese pan, como sufragar la hambruna de los países o de las comunidades, como cambiar el rumbo de la filosofía de la humanidad para que abandone el egocentrismo de poder y se centre en un coperacionismo social, un coperacionismo social, donde,   las riquezas sean repartidas para que todos posean, para que todos tengan y no haga falta nada a nadie, exactamente como lo experimentaron los primeros cristianos[11] según el mandato de Dios;  en un oikos divino, en un  ambiente de convivencia, de sentido social,  de armonía en un jobel.







Conclusión.

La iglesia o más bien el mundo cristiano está en crisis, en todos los sentidos, tanto material como espiritual. La iglesia se ha hermetizado y ha cerrado su círculo en torno a un ego-íglesismo, en un ferviente  derroche de dogmas y presunción de reglas y normas humanas, a tal grado que el mensajes oikos, que los principios deontológicos divinos de yobel, armonía y jubilo; de unidad, solidaridad y comunidad; han brillado por su ausencia, hay un extrañamiento continuo de dichos preceptos, pero hay un notable sentido de patriotismo eclesiástico y de envestidura cristiano-humanizado. Que lejos de ayudar a perjudicado la armonía, la santa cena (como llamado a la partición de los alimentos) y la convivencia en la convocatoria a la iglesia. Esta envestidura cristiano-humanizado; se ha volcado en un sentimiento “patriótico  de identidad eclesiástica”, donde cada quien busca satisfacer sus intereses en base a sus necesidades y donde poco le importa encontrar ese equilibrio integral hacia uno mismo, pero también hacia el otro, hacia la otredad y hacia la alteridad y hacia el universo y la ecología. ¡Vamos, hacia el oikos!

El sentido divino de preocupación por el otro, por la alteridad, por la comunidad, se ha olvidado. Hoy día creo de manera tajante que la iglesia debe ser itinerante, del camino, paseante y en pro de restauración. Restauración en el sentido estricto de la palabra, no solo del alma, sino de manera integral; es decir, restauración ecológica, más bien preocupación ecológica, ya que si seguimos en esta sintonía, tarde o temprano la naturaleza y sus leyes, nos cobraran la factura y con creces, y que a la postre será muy difícil de pagar (subsanar y reparar).

Debemos concientizar en los principios de valores, de moral y de ética, cultivando, transmitiendo y fomentando las virtudes que de manera natural se nos ha otorgado.

Hace falta proclamar el reino de los cielos o el reino de Dios, desde la humanización, desde la concientización, desde la integralidad: individuo-individuo, individuo-grupo, individuo-comunidad, grupo-comunidad, comunidad-universo, universo-ecología, estas dicotomías serian interesante tratarlas, desde la perspectiva deontológica; tomando a esta como un deber y no desde el derecho, tomándola como obligación coaccionada. El cuidado de nuestra casa, de nuestro entorno, de nuestro mundo incluyendo al otro e incluyendo también las relaciones sociales que se ejercen dentro de este, debe ser prioridad, debe sentirse patrimonio humano, debe ser una identidad, que válgase la palabra identifique la racionalidad del ser humano.

No podemos dejar que una ideología, que una filosofía y que el poder, hegemonice y politice los valores, y que un sistema nos dicte lo que tenemos que hacer, aculturando nuestra esencia de seres humanos,  adjudicándose además la patente de los principios éticos y de los principios morales. Tomando en cuenta que la aculturación, La aculturación es el proceso a través del cual un individuo, un grupo de personas o un pueblo adquieren y asimila los rasgos y elementos de otra cultura diferente a la propia. De esta manera y por diversas causas muchos individuos o grupos sociales han modificado o adaptado diversos elementos culturales propios por otros, poniendo en peligro la pérdida de su cultura. Cabe mencionar que la aculturación es un proceso que se ha dado desde tiempos remotos a lo largo de la historia del hombre y desde el primer momento en que hicieron contacto comunidades sociales diferentes. La aculturación ocurre en diversos grados de intensidad según las modificaciones culturales que se lleven a cabo, los cuales pueden ir desde los más leves, como el uso de una nueva palabra, hasta los más perceptibles y notorios como la modificación de un valor social.  Por lo generalson adoptados los rasgos de las culturas dominantes sobre las más débiles. Es decir, se imponen los cambios pero de manera asimétrica, porque aunque puede existir un intercambio mutuo de culturas, una siempre va a sobresalir y dominar en la otra.
Se puede apreciar como claros ejemplos de aculturación todos aquellos casos de pueblos colonizados, en los cuales las costumbres externas fueron más dominantes y, en algunos casos destructivas, sobre aquellas que modificaron o alteraron. La aculturación es un proceso constante, bien sea por causa directa o indirecta de la globalización, de los intercambios económicos o de los avances tecnológicos que facilitan la interconexión y comunicación, entre otros. En estos casos se puede hablar de una aculturación alcanzada de manera pacífica. Sin embargo, también puede lograrse a través de un proceso violento cuando se desencadenan enfrentamientos armados y los grupos de mayor fuerza superan y dominan, de diferentes maneras y entre ellas cultural, a los más débiles.

No obstante, la aculturación, bien sea individual o grupal, no es un hecho puntual, por el contrario, se genera a través del tiempo de manera continua y sistemática. Estas modificaciones toman un tiempo en los cuales se percibe la resistencia y la dominación. En resumidas cuentas, debemos concientizar a una sociedad agobiada, para hacer un cambio y una transformación de mente,  una metanoia[12], urge implementar a pasos agigantados una conciencia social, para rescatar, las virtudes, naturales en el ser humano. Esas virtudes que se materialicen en valores, que fortalezcan la moral y la ética, cultivando,  enseñando y difundiendo los valores. La iglesia tiene un claro compromiso, tanto hacvia la sociedad, como para con Dios; pero que a ciencia cierta sabemos, tiene un alto compromiso, con ella misma. Y creo que la iglesia al encerrarse en cuatro paredes y adoptar la figura de una infraestructura, y al dejar de ser itinerante y del camino, ha quedado deber a la sociedad, en esa sanación integral del ser humano. Nos falta mucho camino por recorrer, pero es hora que la pronta reacción venga a nosotros; encontremos la cordura y  el equilibrio. Encontrándonos a nosotros mismos, en el reino de Dios anunciado por su Hijo Jesucristo.











[1] Favelo Corzo, José Ramón, “Los Valores Universales y sus desafíos actuales”, Editorial Libros en Red, Colección insumos Latinoamericanos, año 2004, página 15.
[2] José Ramón Favelo Corzo, es doctor en filosofía 1984. Trabaja en el instituto de filosofía de la Habana,  Cuba y en el instituto de filosofía y letras de la universidad autónoma de puebla en cuba, ha publicado más de 50 escritos en diversos países. Fue premio nacional de la crítica Rizierri Frondizzi: pensamiento axiológico 1993; Mención del premio Iberoamericano de Ética y los valores y sus desafíos actuales 2001. Y premio de la academia de ciencias de Cuba.
[3] Lo afirmó, sin interrogaciones, el filósofo inglés Thomas Hobbes y, al analizar su famosa cita "El hombre es un lobo para el hombre", en 1651 el filósofo británicos Thomas Hobbes aseguraba que el hombre es un devorador del mismo hombre en sus propias palabras decía “que el lobo es un devorador del hombre” y que este está en guerra permanente con las demás especies que la rodean, esto, en su estado natural.

[4] La idea de imperativo categórico de Kant.
Todos en algún momento hemos hecho o pretendido hacer lo correcto, o nos hemos sentido mal por no hacerlo. El concepto de imperativo categórico de Kant está profundamente vinculado a este hecho.
Se entiende por imperativo categórico el acto o proposición que se lleva a cabo por el hecho de ser considerada necesaria, sin que existan más motivos para ser llevada a cabo que dicha consideración. Serían las construcciones que se realizan en forma de “debo”, sin estar condicionados por ninguna otra consideración, y serían universales y de aplicación en cualquier momento o situación. El imperativo es un fin en sí mismo y no un medio para lograr un resultado determinado. Por ejemplo, generalmente podemos decir “debo decir la verdad”, “el ser humano debe ser solidario”, “debo ayudar a otro cuando lo está pasando mal” o “hay que respetar a los demás”.
El imperativo categórico no tiene por qué tener un sentido aditivo, sino que también puede ser restrictivo. Es decir, no se trata solo de que hagamos algo, sino que también puede basarse en no hacerlo o dejar de hacerlo. Por ejemplo, la mayoría de personas no roba o hace daño a otras por considerar tal acción algo negativa. El imperativo categórico es un constructo eminentemente racional, que pretende tratar la humanidad (entendida como cualidad) como fin y no como medio para alcanzar algo. Sin embargo, se trata de imperativos difíciles de ver en la vida real en este sentido, puesto que también estamos muy sujetos a nuestros deseos y guiamos nuestra actuación en base a estos.


[5] La aculturación es el proceso a través del cual un individuo, un grupo de personas o un pueblo adquiere y asimila los rasgos y elementos de otra cultura diferente a la propia. De esta manera y por diversas causas muchos individuos o grupos sociales han modificado o adaptado diversos elementos culturales propios por otros, poniendo en peligro la pérdida de su cultura. Cabe mencionar que la aculturación es un proceso que se ha dado desde tiempos remotos a lo largo de la historia del hombre y desde el primer momento en que hicieron contacto comunidades sociales diferentes. La aculturación ocurre en diversos grados de intensidad según las modificaciones culturales que se lleven a cabo, los cuales pueden ir desde los más leves, como el uso de una nueva palabra, hasta los más perceptibles y notorios como la modificación de un valor social.  Por lo generalson adoptados los rasgos de las culturas dominantes sobre las más débiles. Es decir, se imponen los cambios pero de manera asimétrica, porque aunque puede existir un intercambio mutuo de culturas, una siempre va a sobresalir y dominar en la otra.
Se puede apreciar como claros ejemplos de aculturación todos aquellos casos de pueblos colonizados, en los cuales las costumbres externas fueron más dominantes y, en algunos casos destructivas, sobre aquellas que modificaron o alteraron. La aculturación es un proceso constante, bien sea por causa directa o indirecta de la globalización, de los intercambios económicos o de los avances tecnológicos que facilitan la interconexión y comunicación, entre otros. En estos casos se puede hablar de una aculturación alcanzada de manera pacífica. Sin embargo, también puede lograrse a través de un proceso violento cuando se desencadenan enfrentamientos armados y los grupos de mayor fuerza superan y dominan, de diferentes maneras y entre ellas cultural, a los más débiles.
No obstante, la aculturación, bien sea individual o grupal, no es un hecho puntual, por el contrario, se genera a través del tiempo de manera continua y sistemática. Estas modificaciones toman un tiempo en los cuales se percibe la resistencia y la dominación.


[6] Louis Althusser nació en Bir Mourad RaïsArgelia francesa, y estudió en la Escuela Normal Superior (Francia), donde más tarde se convirtió en profesor de Filosofía. Durante su juventud se siente fuertemente identificado con el cristianismo. Fue luego uno de los principales referentes académicos del Partido Comunista Francés (en cuyo interior se involucró en agrias disputas teóricas que desembocarían en su famosa autocrítica) y su pensamiento puede ser considerado como una respuesta a múltiples interpretaciones del marxismo, entre ellas el empirismo y el humanismo.
[7] LBLA Biblia de estudio de las Américas, año 2000, por Luckman Fundación.
[8] Oseas 3:2, Recupere, pues, a mi esposa pagando por ella quince monedas de plata y una carga de y media de cebada y le dije: “te quedaras aquí conmigo mucho tiempo, sin ofrecerte a nadie y sin traicionarme con ningún hombre, y yo tampoco tendré relaciones contigo.”  La Biblia Latinoamericana, edición revisada 2005 Letra Grande, texto traducido del hebreo y del griego, 57/a. Edición. Editorial Verbo Divino.
[9] Nuevo Diccionario Bíblico certeza, el más completo, Segunda Edición  en Castellano ampliada, F.F. Bruce y otros. Editorial Certeza Unida, Buenos aires argentina.
[10] Tamez, Elsa, en colaboración con Isela Trujillo E Irene Foulkes; “El nuevo testamento Griego”, palabra por palabra, año 2012,  editorial  sociedad bíblicas unidas. Página 20.
[11] Hechos de los apóstoles 4:34-35; “así que no  había entre ellos, ningún necesitado. Porque todo lo que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido  y lo ponían a los pies de los apóstoles y se repartían a cada uno según sus necesidades.
[12] Metanoia (del griego μετανοῖεν, metanoiencambiar de opinión, arrepentirse, o de meta, más allá y nous, de la mente) es un enunciado retórico utilizado para retractarse de alguna afirmación realizada, y corregirla para comentarla de mejor manera. Su significado literal del griego denota una situación en que en un trayecto ha tenido que volverse del camino en que se andaba y tomar otra dirección.
Esta palabra también es usada en teología cristiana asociando su significado al arrepentimiento, sin embargo y a pesar de la connotación que a veces ha tomado no denota en sí mismo culpa o remordimiento, sino la transformación o conversión entendida como un movimiento interior que surge en toda persona que se encuentra insatisfecha consigo misma. En tiempos de los primeros cristianos se decía del que encontraba a Cristo que había experimentado una profunda metanoia, como sinónimo de revelación divina o epifanía.
La metanoia también es denominada por la religión católica, como una transformación profunda de corazón y mente a manera positiva. Hay teólogos que sugieren que la metanoia es un examen de toda actividad vital y una transformación de la manera como se ven y aceptan los hombres y las cosas


domingo, 12 de agosto de 2018

LOGOS DINAMIS: El apóstol Pablo y las Epístolas Paulinas.

LOGOS DINAMIS: El apóstol Pablo y las Epístolas Paulinas.: Pablo y las cartas paulinas.   Introducción. N o cabe duda que uno de los personajes bíblicos que más ha despertado el inter...

El apóstol Pablo y las Epístolas Paulinas.



Pablo y las cartas paulinas.
 
Introducción.


No cabe duda que uno de los personajes bíblicos que más ha despertado el interés, no solo de teólogos y de exegetas, sino también de  literatos e historiadores. Es sin duda alguna el   apóstol Pablo; el cual, hasta nuestros días, ha dejado una gran huella imborrable en el mundo; sobre todo en cuanto a fe y religión. Pero también un enorme  legado en la comprensión de Cristo como Mesías y Salvador del mundo. Es Pablo quien mejor expuso las doctrinas y mensajes de Jesús; siendo estas enseñanzas y este anuncio,  un maravilloso legado para la humanidad.

Lo cierto es que alrededor de esta figura, se encierra mucho dilemas, controversias y argumentos encontrados, tanto teológicos como históricos, literarios y étnicos; también existen innumerables debates sociológicos, ¡vamos! para acabar pronto, hay muchas formas de abordar a Pablo y en todas ellas, siempre tendrán mucho material  tanto para descubrir como  para aportar.

Desde su nacimiento y formación como Saulo de Tarso, hasta su conversión como Pablo el misionero, el predicador, el ideólogo, el hacedor  de una gran estructura, organización y formación, de una comunidad llamada “Iglesia”.

El pertenecer a  una raza “escogida” por Dios, hace ya de por sí, una fuerte y complicada argumentación acerca de su persona y enseñanzas, cabe decir que estas mismas enseñanzas, han sido objeto de estudios de eruditos de todo el tiempo, pasando por: Orígenes, Anastasio, Clemente y Otros; hasta llegar a nuestros tiempos contemporáneos.

¡Se ha discutido! por ejemplo: ¿si Pablo es o no judío?, ¿si es o no Cristiano?, ¿si escribió o no las cartas que llevan su sello de autoría?, y por consiguiente en algunos de los casos más extremos, algunos se han preguntado ¿si Pablo verdaderamente existió o no existió? Estas y otras interrogantes, han estado asaltando no solo al mundo antiguo, sino al mundo moderno, y han causado tensión de manera Universal en las religiones de todo el mundo.

Su impronta conversión al cristianismo; por supuesto, que no paso por alto ni inadvertido por las personas de su tiempo, al pasar de ser un Fariseo celoso a un predicador imparable del evangelio de Jesucristo. Esto causaría desde ya una gran revuelta ideológica y filosófica alrededor de su imagen y de su persona.

Al sostener Pablo al contrario de las comunidades judías de su tiempo, de que, la salvación es por fe y no por obras como se entendía y se sostenía por aquellos, causaría un gran furor en los pensadores de su época y sus conciudadanos Judíos. Asimismo, al presentar la resurrección de Jesús, desde la misma filosofía  griega de su época, impactara desde ya,  a las comunidades  contemporáneos de sus alrededores, en especial a los filósofos griegos, quienes se preguntaban ¿Quién era este hombre que hablaba con tal vehemencia?, y ¿de dónde procedía su conocimiento? A tal grado de tener con ellos varios encuentros expositivos del evangelio, argumentos para ellos, que surgía como ideología sectaria---para ese entonces---dentro de la  religión Judaica.

Pero sea cual sea el apartado que se haga de Pablo para su estudio, lo importante en él, fue su gran aporte al Cristianismo; asimismo,  su necesidad de expandir el conocimiento en Cristo Jesús. O al menos, el de prestar su imagen o persona---si así fuera el caso---para llevar a cabo la gran labor misionera a todas las comunidades alrededor de Palestina. Misión que tenemos como premisa en el libro de Mateo capítulo 28, en su versículo 19 “la gran comisión”, reiterada en Marcos capítulo 16 versículo 15. Y que ha sido fundamento de nuestra fe y de la esperanza venidera para nosotros los cristianos, y de pensamiento,  filosofía y de religión para estudiosos del tema.

En esta pequeña relatoría, pretendo llevar a cabo, una sinopsis de la biografía, vida y obra Saulo de Tarso, desde su nacimiento, hasta su conversión, pasando por los pequeños paréntesis de sus viajes misiones y su trayectoria como portador del mensaje mesiánico de Jesús; asimismo, su literatura y sus enseñanzas, pero también a modo de conclusión, pretendo entablar un dialogo con algunas de las controversias que presentan por ende las enseñanzas de este personaje. 





breve Biografía del apóstol  Pablo.

Saulo nació en Tarso de Cilicia, centro de la cultura,  saberes y conocimientos griegos, según se manifiesta en el libro  de los hechos capítulo 21, en su versículo 39,[1] de una familia Judía de la tribu de Benjamín, cuando el martirio de Esteban aproximadamente entre los años 33 al 36, era muy joven de unos 30 años poco màs o menos. Pablo es el nombre griego de Saulo, hombre de raza hebrea y de religión Judía.

Saulo, fue educado en el fariseísmo. Una de las facciones del Judaísmo del siglo I; así lo deja claro cuando lo narra en uno de sus escritos, la carta de los Gálatas, su celo por el Judaísmo le llevo a perseguir al naciente grupo de cristianos (Gálatas 1:13-14), mismos que consideraba contrarios a la pureza y ortodoxia  de la religión Judía. Hasta que en una ocasión, camino de damasco, Jesús se le revelo y le llamo para seguirle, del mismo modo como antes, había hecho con los apóstoles. Saulo respondió, a este llamado y se bautizó dedicando su vida a la difusión del evangelio de Jesucristo (Hechos 26:4-18).

El centro del mensaje predicado por Pablo, es la figura de Cristo, desde la perspectiva de lo que ha realizado; de cara, a la salvación de los hombres. La redención obrada por Cristo, se pone en relación muy estrecha con el padre y con la del espíritu, marca un punto de reflexión en la situación del hombre y en su relación con Dios mismo.

Su familia pertenecía a los hebreos; es decir, a los Judíos de lengua aramea y a los Fariseos, y era irreprochable en cuanto a la justicia (Filipense 3:6),  su padre era ciudadano de Tarso, debe suponerse, que debió ser de buena posición (filipense 3:8).

Es bastante fácil delinear la vida general de Pablo; desde que se convierte y entra a formar parte de los seguidores de Cristo. Sube varias veces a Jerusalén donde se encuentran con Pedro y participa en el concilio de los apóstoles. Una intensa actividad misionera, lo convierte en un peregrino en todo el arco del Mediterráneo oriental, con paradas largas en Antioquia de Siria, Corintio Éfeso y Roma, donde muere mártir bajo el imperio de Nerón.[2]

  Durante su conversión, cuando Pablo hablaba del mensaje de Cristo, este es  rechazado, probablemente por su carácter o algunos aspectos de su doctrina, algunos le piden que regrese a Tarso; así mismo, hablaba también y discutía con los helenista, pero estos intentaban matarle. Los hermanos al saberlo, le llevaron a Cesárea y le hicieron marcharse a Tarso. Pablo era un estudioso de las enseñanzas rabínicas de su tiempo y muy celosos de sus tradiciones, estudia en Tarso y luego en Jerusalén. Era un intelectual, maestro y rabino; además, se le consideraba un gran teólogo en su tiempo; un escriba habituado a pensar escribir, y  a investigar la biblia de los 70.

Pablo frecuentemente manifiesta sus sentimientos y sus sensaciones. El no trasmite solo un mensaje sino su experiencia. Su personalidad era firme e increíblemente incisiva.

Como apóstol Pablo, es un don del evangelio y de la vida en la cultura concreta. Cuando sale de la comunidad de Antioquia lleva el evangelio a “los confines de la tierra”. Esto es particularmente interesante para nosotros porque él tiene una capacidad única para entender el evangelio: lo siente, lo degusta y lo vive. Al mismo tiempo tiene una gran capacidad para sentir y vivir los problemas humanos, Pablo es un perfecto inculturador. La  cultura de Tarso, es totalmente diversas de las zonas centrales de Asia menor o de tesalónica, Corintio o Atenas. No obstante, él con mucha inteligencia, sabe abrirse paso dentro de ellas.

Pablo se encontró con el movimiento cristiano cuando este se hallaba en los albores mismos de sus orígenes.

Sin embargo, a pesar que Pablo se convirtió en uno de los emblemas más grande del cristianismo y fue abrasado fuertemente por esta comunidad, esto mismo causaría furor a otros sectores no cristianos llevándolo a la muerte en Roma fechada en el año 58 aproximadamente; así lo cita Senén Vidal en su obra literaria “Pablo” De Tarso a Roma, el cual lo expresa de la siguiente manera:

“…El radical enfrentamiento que ese encuentro provoco en un comienzo se convirtió pronto, de modo sorprendente, en una acogida entusiasta. Eso sucedía en los inicios de la década de los años 30 en Damasco, muy poco después de la crucifixión de Jesús de Galileo en Jerusalén.
El final del nuevo camino iniciado entonces por Pablo lo marco violentamente su ejecución en Roma, que, según la reconstrucción cronológicamente más probable, habría que fijar en el año 58…[3]

Esto quiere decir que la figura de Pablo abarco la primera generación completa del naciente cristianismo; es decir, la época más decisiva de aquel movimiento mesiánico cuando tuvo que abrirse el camino en la historia como una nueva tendencia  religiosa,  social, cultural, e ideológica. En correspondencia con su origen en el Judaísmo helenista, Pablo estuvo ligado a la corriente helenista desde los primeros momentos que este nuevo movimiento (cristianismo) se abrió al mundo gentil y fue creando pequeñas comunidades mesiánicas en las grandes ciudades de las cuencas del Mediterráneo. Eso le proporciono un amplio contacto aunque no siempre exento de fricciones, con diferentes posicionamientos dentro esa variada corriente cristiana.

Las fuentes de donde obtenemos parte de los escritos para hablar sobre la vida de pablo, son:

a-.) Las cartas auténticas del mismo autor, describiéndose en estas el contexto histórico, con sus respectivas variantes.

b.-) Los documentos representados por los escritos de la escuela Paulina posterior, los libros de los hechos de los Apóstoles y otros documentos de la literatura cristiana antigua, incluyendo documentos apócrifos de la época del siglo II d. c.

c.-) Tradiciones conservadas por las comunidades Paulinas y no Paulinas, asimismo las diferentes leyendas populares[4] .

Por último, es de hacerse mención, que el oficio de Pablo era un tanto artesanal, aunque queda expuesta a la especulación, ya que este no se precisa con exactitud ni detalle, sobre el significado real de  la frase “constructor de tiendas” (según Hch 18:3). [5]       


    



Las Cartas de Pablo


Después que Pablo, fundara numerosas y florecientes comunidades en el mundo helenista;  èl, no las privo de su cuidado pastoral. Su preocupación por todas las iglesias constituyo su presión cotidiana; era de esperarse de un hombre recio como Pablo de Tarso, tan celoso en sus actividades y en todo lo que realizaba---como quedo de manifiesto en su carácter fuerte---que después de haber manifestado tan celosamente a Cristo Crucificado, en todas las comunidades, aldeas y lugares donde el pasaba,  fuera de suma importancia en su vida velar por la seguridad de que, esas buenas noticias--- como se le llamaba a este anuncio---[6], se mantuvieran en el corazón de los lugareños y en las comunidades circunvecinas; por eso mismo, y en ese tenor; es que en repetidas ocasiones, y debido a que, por diferentes circunstancias no podía estar de manera física con sus seguidores y con dichas comunidades, Pablo  tenía que mantener un contacto directo de una u otra manera y de forma estrecha con estos grupos.

De esta manera, Pablo, para resolver algunas controversias o responder a preguntar abiertas de parte de estos grupos o simplemente para contribuir en el desarrollo de la fe y aumentar en ellas el amor al Mesías, predicado hasta el cansancio por el mismo;  y para  defender su doctrina y su conversión apostólica. Envía misivas o cartas (epístolas), con objetivos y temas específicos; donde exponía, de manera elocuente sus planteamientos y recomendaciones sobre el caso en cuestión; asimismo Saulo de Tarso,  se va a convertir en un destacado escritor y pensador teológico de su época, manifestando un alto grado reflexivo: tanto doctrinal como ideológico y filosófico de su tiempo. A tal grado de exponer sus ideas en repetidas veces y en circunstancias diferentes, tanto con reyes como a  filósofos de sus tiempo. Logrando incluso, refutarles o argumentarles desde su propia filosofía e ideologías. Así lo mencionan y queda registrado en  las sagradas escrituras, específicamente  en el libro de los hechos;  el cual manifiesta lo siguiente:

 

Discurso de Pablo en el Areópago.


“…22 Pablo, erguido en el centro del Areópago, tomó la palabra y se expresó así:
Atenienses: resulta a todas luces evidentes que ustedes son muy religiosos. 23 Lo prueba el hecho de que, mientras deambulaba por la ciudad contemplando los monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: “Al dios desconocido”. Pues al que ustedes adoran sin conocerlo, a ese les vengo a anunciar. 24 Es el Dios que ha creado el universo y todo lo que en él existe; siendo como es el Señor de cielos y tierra, no habita en templos construidos por hombres…[7].

            En su vida Apostólica, Pablo realizaría cuatro viajes a diferentes lugares; llevando el mensaje del Mesías resucitado. Del  cual a continuación, hago una breve sinopsis  de la manera siguiente: Primer viaje, se hizo acompañar de Bernabe y Juan Marcos, visitando Seleucia (Antioquia de Siria), Chipre, Antioquía de Psidia (Juan Marcos regresa a Jerusalén), Iconio, Derbe y Vuelta a Antioquìa de Siria; Segundo viaje misionero,  se hace acompañar de Silas y Timoteo. Visitan: Jerusalén, Antioquia de Siria, Asia Menor (Troas, Macedonia (Filipos, Tesalonica su capital, y Berea), Grecia (Éfeso, Corinto, Mileto), y vuelta a Antioquia de Siria. Tercer Viaje Misionero, lo acompaña Apolo, visitan: Asia Menor (Macedonia, Troas), Grecia (Efeso, Corinto,  Mileto) Jerusalen, donde es detenido. Cuarto Viaje Misionero, lo hara bajo arresto desde Jerusalen, acompañado por un centurión que lo conduce a Roma, donde será juzgado. Pablo en este último viaje, se hace acompañar de Lucas, visitando pasando por Roma, Cesárea marítima, Grecia (Greta), Islas de Malta. Apelando aquí por su ciudadanía Romana. Preso en Roma, muere en el año 67 aproximadamente, bajo el emperador Nerón.

Durante este periodo, Pablo va a escribir gran parte de lo que hoy conocemos, como el nuevo testamento de las sagradas escrituras. De los 27 libros del  nuevo testamento, la mitad llevan el nombre de Pablo, todos  en forma de carta o también llamadas epístolas. Para ordenarlas tal como se encuentran en nuestro canon bíblico[8], se usaron los siguientes criterios:

a.-) No es de tipo cronológico.
b.-) Tampoco es de manera arbitraria.
1.-).- Las colectivas, llamadas también doctrinales.
2.-).-Las individuales, llamadas también pastorales.

En cada uno de los dos grupos, las màs largas primero, las màs cortas después: y con dos excepciones. La primera excepción es, que, cuando hay dos cartas dirigidas a un mismo sujeto o comunidad, como por ejemplo Corintios 1 y 2, Tesalonicenses 1 y 2, y Timoteo 1 y 2, caso en el cual, la escrita en primer lugar o según su fecha, va delante de la segunda, sea o no sea más larga, y esta queda emplazada inmediatamente detrás de la otra, sea o no más larga que la que le sigue. La segunda excepción es la relativa a la carta dirigida a los hebreos, que no es de autoría Paulina, y que aunque hoy, si este considerada como parte del canon, no siempre lo estuvo, razón por la que, quizás suele ser colocada al final.
Es de hacer notar sin embargo, que, el Apóstol Pablo escribió muchas cartas durante el curso de su actividad misionera; sin embargo, según los eruditos de la época, solo trece de ellas llenaban los requisitos para ser ingresadas, dentro del canon oficial. Pero según escritos bíblicos, y tradiciones, mencionan a Pablo de Tarso, como autor de otras misivas dirigidas a sus seguidores de otras comunidades. Así lo podemos constatar, en los pasajes: 1ª. Corintios 5:9, en el cual se   alude a una carta anterior, escrita a la comunidad eclesiástica de los Corintios; 2ª. De Corintios 2:3-4, aquí, según la interpretación nos habla de una carta “escrita con lágrimas”, compuesta al parecer entre 1ª y 2ª de corintios.
En colosenses 4.16, se menciona según este pasaje, una carta a los laodicenses[9] (Esta carta, no fue establecida dentro de los parámetros para considerarla canónica, sin embargo las tradiciones se la atribuyen con autoría a Pablo).
Al parecer, la colección de las epístolas canónicas de Pablo de Tarso, fueron recopiladas, a finales del siglo I, el mismo autor se muestra consciente de que sus cartas, estaban siendo muy leídas, según lo podemos entender en 2ª de corintios 10:10, estas, por supuesto daban lugar a comentarios, así lo interpretamos también en 2ª. De Pedro 3:15-16, la cual manifiesta lo siguiente “todas las cartas” de “nuestro querido hermano Pablo”, estas pueden referirse a una especie de colección Paulina. En este sentido, Pamela Eisembaum, en su obra “Pablo no fue Cristiano”, menciona lo siguiente:

“…Pablo vivió hace casi dos mil años. En una cultura radicalmente diferente de la nuestra, y cuando escribió en griego antiguo a sus contemporáneos, no tenía ni la más remota idea de la enorme audiencia de la que goza actualmente[10]

Sin embargo, a pesar de esto, debemos entender que es precisamente este fenómeno de distancias lo que  enmarca el misticismo de Pablo, y  a veces la mala interpretación que hacemos de su teología, ya que problamente no entendamos lo que él quería decir y anteponemos lo que nosotros entendemos que él dice. Es decir, normalmente no profundizamos en la escritura del Apóstol, ni mucho menos tratamos al menos de entender su cultura y su contexto, para definir su forma de escribir, y sus inclinaciones ideológicas; aquí permea pues la interpretación relativa de cada persona que intenta leer a Pablo.






  

Conclusión.



El libro de los hechos, nos ofrece una narración ordenada de la obra misionera de Pablo. Y lo presenta como uno de los más grande misioneros cristianos. Obra realizada especialmente en la parte costera oriental del Mediterráneo y que abarca las ciudades de Damasco, Tarso, Antioquia de Siria, Chipre y la Anatolia Suroriental. Luego vienen las ciudades de Filipos, Tesalonica Berea, Atenas y Corinto en Europa, Éfeso, capital de la provincia romana de Asia, y Roma, capital del imperio.

Desde su conversión Pablo, tiene la conciencia de ser llamado a evangelizar a los gentiles (Gal.1:16), vocación confirmada por Pedro y los Apóstoles (Gal.2:9-10).sin embargo, se encuentra también con opositores en Galacia, Corinto y   Filipos.

Pablo, reacciona a estos opositores en el campo de los principio y de la apología personal, él se debate ante todo por “la verdad del evangelio” (Gal. 2:5-14). Es decir, él estaba convencido, de que la salvación había sido dada gratuitamente a todos simplemente por la fe en Cristo muerte y resucitado. Pablo es reconocido por  las columnas de la iglesia de Jerusalen, (Gal. 2:9, por Pedro, Juan, Santiago).

Por esto también Pablo, era considerado un hombre sabio, e inteligente, conocedor  y letrado, difícil de entender y de comprender tanto por el contenido profundo y genial de sus cartas. Como por el modo en que se expresa.

También esto genera un problema, ya que en cierta manera surge un antipaulismo que entre otras cosas, van a tratar de refutar la teología paulina, Pablo decía que es la fe y no las obras de la ley, porque la justificación le fue dada también a Abraham porque creyó. Esta idea es retomada por Santiago, quien  dice que no basta la fe, y que se necesitan las obras y Abraham fue justificado porque estuvo dispuesto a sacrificar a su propio hijo Isaac.

Lo mismo puede entenderse en el pasaje apocalíptico, donde se aprecia un tinte contrario al pensamiento de Pablo, en el sentido de la carne ofrecida a los ídolos; ya que esta se comía frente al templo o se enviaba preparada a personajes reconocidos de la época. Al respecto Vanni Ugo en su obra “Las Cartas de Pablo”, dice lo siguiente:

“…Con respecto a este tema, Pablo decía: los ídolos no son nada, la carne ofrecida a ellos es buena, se debería comer sin problemas; basta con saber de qué se trata…[11]

En este sentido encontramos un pensamiento muy abierto del apóstol Pablo, un poco contrario al pensamiento de su tiempo, el autor del apocalipsis y de otras cartas apostólicas, más concretamente el pensamiento de la escuela joanica, el cual no quería que los cristianos, participaran de estos banquetes.

Por último, podemos mencionar que tenemos un conjunto de epístolas, llamadas corpus paulinum o cartas pastorales, estas fueron enviadas a sus colaboradores Timoteo, Tito, y junto a la carta dirigida a  Filemón, tratan de organizar a la iglesia como tema central, y además en estas, se sintetizan las doctrinas Paulinas y se intenta además perpetuarlas en el tiempo.

En la carta 1ª. De Timoteo, Pablo relaciona a Cristo con la Iglesia (1ª Tim. 3:16) y lo coloca como anuncio central en su evangelio, y en segundo lugar Pablo afronta el tema de la estructura organizativa de la iglesia y re refiere al comportamiento del cristiano dentro y para con ella (la iglesia). En este sentido, el Apóstol, presenta en estas cartas y en especial en la carta Timoteo, una especie de plan: más que atacar hacia afuera, tratando de imponerse sobre los cultos paganos de la época o tratando de neutralizar las polémicas entre los cristianos de origen judío y pagano, se trata de superar, en el seno de la comunidad, la tentación a caer en gnosticismo. Asimismo frente a esta doctrina, Pablo presenta el evangelio como  proyecto de Dios, el cual fue confiado primeramente a Pablo y luego a los cristianos, para luego inmediatamente ser confiado a todos hasta los confines de la tierra. El desarrollo de este plan requiere, sea respetado el culto y la oración, así como el comportamiento a observar, en la casa de Dios. En este sentido, Pablo encarga a su “hijo” Timoteo, presentándose a sí mismo como uno de los primeros destinatarios de la salvación, la labor de organizacion.  Pablo recibe la fe y el amor como dones gratuitos de Jesucristo. Finalmente en esta carta se le confiere a Timoteo la autoridad de evangelizar atraves de la imposición de manos.

Es de hacer notar en esta carta, hablando sobre la escritura critica de la teología Paulina, indica que por sus características, fue compuesta por alguien perteneciente a la tercera generación de cristianos, es muy probablemente que las llamadas cartas pastorales, fueran escritas a comunidades fundadas por Pablo, sin embargo, a su muerte, se encontraron ante el desafió de su interpretación y aplicación a las circunstancias históricas que estaban pasando pos época paulina. Para este fenómeno, se ideo la solución y esta era a consideración de los cristianos de ese entonces, presentarla en el tiempo como “la sana doctrina” otorgándole la autoridad de estas,  a Pablo y relacionándola con el ministerio de Timoteo. Uno de los elementos, que llama mucho la atención al leer la 2ª. Carta de Timoteo, es el hecho de que el autor, utiliza algunas referencia de otras cartas consideradas para entonces como paulinas, haciendo una verdadera adaptación de dicho material al contexto a la cual dirije la carta. Al utilizar el nombre de Pablo en estas cartas, tenían contrapeso,  además de que eran aceptadas por la mayoría de las  comunidades de ese entonces, esto  debido a la fama y la figura del mismo Saulo de Tarso.

En la carta a Tito, si bien se le atribuye la autoría a Pablo en el versículo 1:1-4, hay por cierto en esta carta, elementos que nos indican que la carta, no es paulina. Por ejemplo, en lo que respecta al pensamiento y el lenguaje que utiliza para expresarlo. Pues las situaciones que se describen y se pueden entender tras la carta, no coinciden con la vida y el ministerio de Pablo. Por otro lado existe una tensión muy marcada al respecto, ya que también se pueden encontrar elementos paulinos. Tito aparece como un colaborador de Pablo, y describe situaciones reales tal como aparecen en otras cartas de su autoría. En esta epistola, se dan además, muy pocas referencia sobre Tito, encontrando solamente que este  va a Jerusalén con Pablo.  Gálatas nos aporta otra pista, y lo describe en el capítulo  2:1-3,  como un griego no circuncidado. En esta misiva, tampoco el apóstol hace mención del viaje de Tito a Creta, aunque la tradición posterior lo hace aparecer como el primer obispo de este lugar. Aquí Pablo deja en claro, que la iglesia es presentada como columna y fundamento de la verdad cristiana, lo encontramos en 1ª. Timoteo 3:15, y la casa de Dios como una comunidad cristiana administrada por el obispo. También se escribe en esta, la idea de enfrentar a los falsos maestros que ponían en peligro la fe de la comunidad (Tito 1:10).
Asimismo, en la carta dirigida a la comunidad de los Hebreos, encontramos herramientas y elementos, que nos hacen pensar que existe una tensión por adjudicar la autoría de la misma al apóstol Pablo, pues esta, no nombra como primera instancia un emisor, ni un destinatario; por lo tanto no pretende, como en los otros escritos pseudoepigraficos, haber sido escrita por nuestro personaje. Al respecto, las diferentes tradiciones entran en pugna queriendo hacer una exegesis de autoría, respecto a esta epístola, encontrándose, a Clemente y Orígenes---teólogos Alejandrinos--- como comentaristas al respecto, los cuales consideraban que la carta era de Pablo, pero que sin embargo hacían notar la diferencia de estilo con respecto a las otras cartas emitidas por el apóstol, y suponían que ella había sido escrita por un secretario autónomo que habría mediado su pensamiento. Es a partir de Atanasio y para los posteriores padres griegos que en su opinión, la carta indudablemente pertenecia al apóstol. Ugo Vanni menciona al respecto lo siguiente: “…que la carta a los Hebreos se encuentra entre la carta a los Romanos y la Primera carta a los Corintios, por lo tanto es reconocida sin duda por Pablo…” Ugo Vanni Sj  (2002).

Así mismo, en occidente en un principio, la carta a los hebreos no fue incluida dentro del corpus paulinum. Tertuliano considera que su autor es Barnabas (Bernabé). Cipriano y Agustín no la conocen  como carta de Pablo. Sólo bajo el peso de la tradición oriental, Occidente la acepto como carta paulina. Sin embargo, no está en el canon entre  el grupo de las grandes cartas y en que le correspondería por amplitud,   sino que figura en el último lugar y esto revela una duda evidente Ugo Vanni (2002).

Sin embargo hablando en este sentido tan contradictorio, la carta es para la exegesis contemporánea considerada como deuteropaulina por la particularidad del idioma y las ideas. Pero podemos hacer notar que con respecto al contenido, que: la carta puede ser relacionada con Pablo por diferentes temas. En ambos casos Cristo es el mediador de la creación, que desde la eternidad estaba en la Gloria divina, siendo este en el tema central el mediador entre los hombres. En la misiva  dirigida a los  hebreos, se nombra “los hermanos de Italia les envían saludos”, se nombra a Italia, como punto de referencia, esto puede significar que los emisores estaban en Italia, o bien que entre ellos hay hermanos que provienen de ese lugar, y que ahora envían allí los saludos. En conclusión sobre esta epístola,  podemos decir que, existen contradicciones sobre el autor o la autoría de esta misma, asimismo encontramos muchas peculiaridades  textuales y literarias, históricas y exegéticas sobre la misma. Pues la  persona y el nombre del autor son desconocidos. Tratar de adivinarlos seria vano e inútil (se han barajado los nombres de Barnabas quien es mejor conocido como “Bernabe”, Lucas, Apolo y también los nombres de Aquila y Priscila.

Tratar de especular sobre esto, es caer en contradicciones de toda índole, pues la biblia a ciencia cierta, no es especifica al respecto; tampoco se dan detalles sobre el autor, lo cierto es que,  el autor de la epístola fuere quien fuere, es también un gran maestro de formación y de espíritu, con un alto grado de conocimiento en la ley (torah) y los profetas. Así mismo podemos decir que la carta a los hebreos es un grande y especial legado de la sinagoga helenista a la Iglesia. La figura de Pablo es muy contradictoria en todos los niveles de comprensión y de estudio, debido a su figura y al peso que representaba su imagen y su fama. Es por ello que cada paso que demos en cuanto a tratar de entenderlo, siempre será un poco complicado. Además,  aunado al misticismo que encierra su personalidad, la comunidad de sus seguidores, las diferentes tradiciones que han tratado de especular o de seguir sus enseñanzas, Pablo el apóstol, siempre dará que hablar, y sobre todo siempre será objeto de estudio no solo teológico sino cultural y étnico. Lo cierto es que Pablo dejo un gran legado cultural y dejo además un fabuloso y maravilloso aporte literario e histórico, así como un gran aporte teológico a los escritos sagrados. Nadie ha podido superar las enseñanzas y los escritos  de este maravilloso Hombre, sus cartas dan un panorama de su biografía, sus obras,  dan conocimiento para entender  al mas grande de todo los  hombres, el que curiosamente un día lo llamara camino a Damasco y me refiero al hijo de Dios, a  Jesucristo.
             



  

Bibliografia.




[1] Donati, Julio, Libro de estudio sobre “La vida y los viajes del apóstol Pablo” pp 1-2.
[2] VANNI ugo, Las cartas de Pablo, Editorial Clarentiana, 1ª. Edición, 2ª. Reimpresión, Buenos Aires 2006, pág. 7.

[3] VIDAL, Senén “Pablo” De Tarso a Roma Colección Presencia Teológica, Editorial Sal Terrae Santander, 2007. Pág. 2. 

[4] Ibídem, pags.17-19.

[5] Ibid. Pag.31.



[6]  La palabra “evangelio” proviene del griego “εὐαγγέλιον”, “euangelion”, que a su vez, proviene de la composición de dos términos: “eu” (“εὐ”), bueno/a; y “angelion” (“αγγέλιον”), noticia, mensaje, dando, por lo tanto, “la buena noticia”.  La raíz “eu” está presente en muchas palabras españolas. Así “eutanasia”, la buena muerte; “eufemismo”, lo que suena bien; “Eulalia”, la que habla bien; y tantas otras. En cuanto a “angelion”, es una raíz presente en otras palabras españolas como “ángel”, que al fin y al cabo, no significa otra cosa que el que porta el mensaje, el mensajero.
 De entre los evangelistas, sólo en Marcos vemos utilizada la palabra, lo que acontece en tres ocasiones. En dos de ellas -la tercera la analizamos más adelante-, su utilización tiene una clara relación con su significado originario de “buena nueva”, “buena noticia”, y aparece en boca del propio Jesús
            “Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará”
 (Mc. 8, 35).

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La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España.

[8]  La palabra latina “Biblia” se deriva, a través del latín, de la palabra griega biblia (Libros). Que se refiere a un catálogo de libros que la Iglesia Cristiana reconoce como canónicos. El vocablo canon tiene origen del griego kanon que es de origen semítico. En el hebreo la palabra qaneh que significaba caña, la que era utilizada por albañiles y carpinteros como una regla para tomar medidas. En la era cristiana, adquirió un sentido metafórico para referirse a las normas de fe y doctrinas. Desde el siglo IV d.C., los cristianos se refieren al canon como una lista autoritativa de los libros que conforman las Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. Con ese significado específico, probablemente la palabra canon fue utilizada por primera vez en el año 367 por Atanasio, Obispo de Alejandría. Cada libro, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, para que pudiese formar parte del Canon tuvo que pasar por un exhaustivo proceso de revisión y aprobación. En resumen, la custodia de la integridad del Canon veterotestamentario le fue divinamente encomendada al pueblo judío y la revisión del Canon neotestamentario a la Iglesia de los primeros siglos. Hay libros que fueron duramente cuestionados antes de ser aceptado en lo que hoy es nuestro actual Canon. La Iglesia ha decidido, a lo largo de los siglos, poseer un catálogo de libros canónicos con los objetivos de: definir qué es revelación y doctrina; impedir la adulteración de su contenido; evitar y confrontar las herejías; y para que los creyentes de todos los tiempos puedan estudiar y vivir de acuerdo a los principios que Dios establece. GALLARDO Gómez, Julio. La formación del canon Bíblico, Iglesia Pentecostal Apostólica, Templo Central, pags. 1-2


[9] En la Epístola a los Colosenses bíblica Pablo hace mención sobre una carta que escribió también para la comunidad de Laodicea (laodicenses). Pero esta carta ya no se encuentra en las sagradas escrituras actuales por eso, y después de muchas investigaciones, la carta ha sido considerada como perdida. Pablo reprende a la comunidad debido a su recaída en la esclavitud de la ley y la exhorta al retorno. 01 Pablo, un apóstol de Jesucristo por la Voluntad y la Gracia de Dios, y el hermano Timoteo. Col 1:1 02 A la santa comunidad de Laodicea y a todos los hermanos en Jesucristo que están en ella, y a los sabios en el Espíritu de Dios: «La Gracia esté con vosotros y la verdadera Paz de Dios, nuestro Padre, en el Señor Jesucristo. Col 1:1; Ap 3:14 03 Nosotros agradecemos, alabamos y glorificamos siempre a Dios, al Padre de nuestro Señor Jesucristo, y llevamos muchas preocupaciones y oramos por vosotros a Dios todo el tiempo. Col 1:3; Ro 1:8.  El contenido de la Carta a Laodicea muestra por sí solo, por qué esta carta no fue tomada en cuenta al definir que libros se considerarían para el llamado Canon de la Iglesia que estableció al principio el sistema religioso católico. Los Laodicenses y los Colosenses habían caído en un cristianismo clerical basado en ceremonias, fiestas, etc., en contraposición con lo que Jesús enseñó sobre un cristianismo espiritual. El apóstol Pablo criticó este asunto con gran firmeza en esta carta debido a las ceremonias paganas introducidas. Es claro por el contenido de la carta, que el  Clero Católico no soportó estas críticas, y que luego desapareciera la carta de Pablo tan fácilmente, aunque estamos seguros que no fue debido a falta de cuidado o casualidad.
           Esta carta es para su lectura, estudio y consideración. Esta carta es la número15, que es la totalidad de cartas que tenemos de todas las cartas escritas por Pablo, nuestro apóstol elegido por Jesucristo para poner el fundamento y darnos toda la revelación del evangelio de la gracia del pacto en que vivimos plenamente desde el año 70, ya que se sabe que le escribió más de dos cartas a la comunidad de Corinto.

[10] Einsembaum, Pamela, “Pablo no fue Cristiano”, editorial verbo divino, pag.29.
[11] Ibídem pag.22.

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